Esa, la mayor de todas

A mi madre querida, 
admiración y respeto
la autora de mi vida, la cuna de mi tiempo,
la que nutrió mi alma y me arropó en su seno,
la que me dio palabras y que arrulló mi sueños.

A mi madre querida, 
veneración profeso,
por ser tan exquisita en enseñarme lo bueno,
por defenderme a espada y por luchar con denuedo,
por cuidar mis espaldas y evitar que caiga al suelo.

A mi madre querida, 
mi reconocimiento,
ella ha sido heroína y no ha ganado premios,
ella ha sumado hazañas con valía y sin miedo,
ella ha sufrido tanta incomprensión y recelo.

A mi madre querida, 
todo agradecimiento,
esa mujer que es agua que empapa mi desierto,
esa que optó por nada para heredarme el cielo,
esa, la mayor de todas, la persona que más quiero.