- Porque están hechos para crecer por encima de los demás árboles (respuesta bastante objetiva)
- Porque buscan la luz (respuesta bien cierta)
- Porque crecen juntos (me quedo con esta respuesta)
Es
bien cierto que por naturaleza los pinos tienden a ser altos y también
que la búsqueda de la luz los hace crecer. Pero toda planta crece
buscando la luz y he podido observar que cuando encuentro un pino que
está solo, lejos de otros pinos, no crece mucho.
Al mirar bien
estos del patio, he podido constatar que están todos del mismo tamaño.
Es este “crecer juntos” lo que hace que sean tan altos pues cuando uno
se yergue más que otro en busca de la luz, en consecuencia el otro
aumenta su altura y todos llegan a tomar el mismo tamaño. Pero si crece
sólo, lejos de otros pinos, no hay ningún motivo para erguirse más que
los otros árboles.
Por eso, si tu pino no crece y quieres que sea
alto como los demás, siémbrale otro pino a su lado y verás cómo juntos
se levantan alto en su ascenso por la luz.
Todo este simbolismo me
deja una moraleja: «Solos no podemos crecer mucho, aunque por
naturaleza esté en nosotros la capacidad para crecer. En nuestro ascenso
hacia la luz que nos alimenta y mantiene vivos (Dios) precisamos
dejarnos acompañar por otros. Crecer juntos es la mejor manera de
crecer, pero crecer sin egoísmo, elevándonos todos al mismo tiempo, sin
ser el más pequeño, pero tampoco querer ser más grande que nadie. La luz
es para todos. Que el crecimiento de nuestros hermanos nos sirva de
impulso para nuestro propio crecimiento y que a la vez nuestro
crecimiento y madurez sea también una ayuda y una invitación para los
demás a crecer con nuestro testimonio.»
¡Qué importante es la vida comunitaria!