LA MUERTE

No tengas miedo a que la muerte se presente

¡Oh muerte, qué amargo tu recuerdo
para el feliz en medio de sus bienes,
para el que todo le va bien y está sereno,
para el que vive saboreando los placeres!

¡Oh muerte, qué agradable tu sentencia
para el hombre pobre e indefenso,
para el anciano con sus años y problemas,
para el que tiene perdida la paciencia!