1. PURGAR LOS VICIOS Y PECADOS (VÍA PURGATIVA)
Reconozco mi debilidad. Soy pecador, y además, presa de mi pecado. No significa que no quiera caminar en la virtud, sino que no puedo salir de mis vicios, al menos ya no con los medios ordinarios que muchas veces fueron una gran herramienta.
Reconozco mi debilidad. Soy pecador, y además, presa de mi pecado. No significa que no quiera caminar en la virtud, sino que no puedo salir de mis vicios, al menos ya no con los medios ordinarios que muchas veces fueron una gran herramienta.
Mi voluntad, con toda su fuerza,
no alcanza para romper las cadenas que me atan. La voluntad, que en
algún tiempo me sirvió como arma eficiente en la lucha ahora sólo es
emblema, es estandarte, es toque de queda... pero no tiene la solidez
suficiente para sacarme del estado en el que me encuentro, y acudir a
ella como remedio es engañarme; necesito entonces otras armas.
A veces algunas almas en tales circunstancias llegan a desesperarse y
creen que nunca saldrán de su vicio. Estas almas corren un peligro
grave, porque han puesto su esperanza en sus solas fuerzas humanas.