Locura que el fin no puede matar, esbozo de mí, migajas de pan; caricia del tiempo que no quiere herir y así, sin quererlo, lastima al pasar. Locura sin fin, igual, qué más da, un sueño febril, delirio total, la siempre conciencia de saber quién fui e infame...

¡Cuántas horas, cuántos días, cuánto tiempo! ... que te tuve tan mía como ya no te tengo, en mi mente encendida y de tinta en mis pliegos. Una luz que me lleva de lo gris a lo negro. ¡Cuántas horas tenía tu fulgor... tu reflejo...! Un espacio bastaba,...

de alma blanca un afro pueblo Yo estuve por Pinotepa  buscando el mole más negro  y encontré la piel más negra  de Oaxaca y de Guerrero.  La Costa Chica es muy bella  y afables sus lugareños,  con su mar y sus palmeras,  con su mezcal y sus quesos....

¡Ay mis hijos!, hoy mis lágrimas destilo I ¿Dónde están esos retoños de mi vientre, los pupilos que la historia se llevó, obituarios de mi pena impenitente, que hoy enlutan mi ataviado tricolor? ¿Dónde están, esos que son mi bien mayor, esa carne de mi carne encarnizada, inocentes...

Rómpeme la cara con un beso Rómpeme la cara con un beso, ese beso de flagrante dicha de tenerte tan cerca, herida de amor, ante el cruel desplante de mi vil inquina. Rómpeme la cara con tu beso, el único besos que puede sedarme y que a mi...

¡Ay vida, qué traicionera!

¡Ay vida, qué traicionera!,
que por ganar más adeptos
nos seduces con quimeras.

Llegas cual mismo misterio
que ingenuo el hombre celebra
y haces las veces de bueno
con intenciones avernas.

Oh vida, ¿qué estoy viviendo?
¿Es merecida esta pena?
¿Acaso Cielo o Infierno
van a impedir que yo duerma?

¡Qué torturador es esto,
esta razón  me flagela.
Por dentro me siento niño
y soy un viejo por fuera.

Un niño, estúpido niño
saboreando su paleta,
al que se le acaba el tiempo,
un mocoso, un comemierda.

¡Ay vida, qué traicionera!,
que por ganar más adeptos
nos seduces con quimeras.

Amor das y de momento
lo arrebatas a cualquiera,
así sin más, “porque quiero”
saboteándonos la fiesta.

Unos se saben selectos
hasta tanto no les duela,
¡vaya dicha!, son insectos
con alas pero no vuelan.

Ya se desquician mis versos
con sus desnutridas letras
porque la vida es un beso
que con el tiempo se seca.

Se seca cual pasto seco,
es fugaz y es pasajera,
es de mortales pretexto
para un Dios vivo ofrecerla.

No quiero ser más tu adepto
Porque cruel me mangoneas,
y me quitas lo que quiero,
pues quítame tu vil presencia.